11 de diciembre de 2008

TRABAJO DE ALTURA

Foto: Lucía Benítez
Douala. Camerún. 2004
Foto: Lucía Benítez
Siem Reap. Camboya. 2006

Foto: Lucía Benítez
Cádiz. España. 2008

Foto: Lucía Benítez
Ho Chi Minh. Vietnam. 2006
Alto riesgo: Pinchando aquí

8 comentarios:

Celeste dijo...

Hay más riesgo en unos ojos... Y nos lanzamos sin red de seguridad, sin correas de anclaje. Luego en todo lo demás andamos previniendo, buscando medidas de seguridad, gritando si no las hay. Jajajaja Ayyyyyy el ser humano!!!!!

Unknown dijo...

La caída libre más intensa es siempre la mental. Y no hay paracaídas...

Teresa Luengo Michel dijo...

Pues yo quiero una escalera rústica de esas con las que trabajan estos señores tan atrevidos de Ho Chi Minh... ya sabes, me encantan los riesgos... jajajaja. Besicos!

Unknown dijo...

Es que, querida Teresa, eres una mujer de altura, de mucha altura. Te aconsejo que pruebes con una escalera dogón, que no sube mucha altura pero es de lo más inestable.
Besos

Pilar M Clares dijo...

Ag, vértigo

¿Cómo ven el mundo desde allí?

Unknown dijo...

Buena, pregutna, señora periodista. Lo bueno de las alturas, de la distancia, de la lejanía es el nuevo punto de vista de la situación. Creo que a todos nos hace falta subir, viajar, alejarnos para ver las cosas de otra forma.

mariamc dijo...

¿como el juego de los espejos? ¿otra realidad? ¿otra visión sobre lo mismo?
Una vez trabajé en un andamio,me encantó, algo así como subirme a los árboles de pequeña.Se respira muy bien allí.

Unknown dijo...

Eso es, como el juego de los espejos que tanto me gusta, como la realidad que se sale de su representación, como estrenar ojos una mañana de sol.
Envidia de tus alturas sin vértigo, escalaré hasta allí